>>>CRÍTICAS...! HARRY POTTER Y LA ORDEN DEL FENIX

La nueva película de Harry Potter comparte todos los puntos débiles del libro en el que se basa: ambos tienen un ritmo lento, que incluso a veces puede resultar aburrido o repetitivo; no tienen mucha acción hasta el tercer acto; y algunos desenlaces pueden parecer insatisfactorios. Pero a la vez, también tiene todos los puntos fuertes del quinto libro de J.K. Rowling: una atmósfera tremenda, muy oscura, con una sensación continua de que algo muy malo va a pasar; la vuelta de varios de los mejores personajes del universo Potter, como Sirius Black y Lupin; alguno de los momentos más divertidos y más mágicos de la saga; y un gran final.

Cuando se anunció que el nuevo director de Harry Potter iba a ser un realizador británico que hasta entonces sólo había hecho miniseries para la BBC, más de uno se asustó. Pero hay que reconocer que David Yates ha hecho un gran trabajo con algo siempre muy complicado, una adaptación literaria. Y los fans tienen que estar contentos y tranquilos, pues la traslación del libro a imágenes es estupenda y tremendamente fiel. Y hay momentos verdaderamente mágicos, como el vuelo nocturno por Londres, el entrenamiento del ejército de Dumbledore o los fuegos artificiales de los gemelos Weasly.

Pero no todas las flores van a ir sólo para el director. Las películas de Potter siempre habían destacado por sus secundarios, pero en esta ocasión al reparto solo se le puede calificar de espectacular. A los siempre destacados Michael Gambon y Alan Rickman, y a los Ralph Fiennes, David Thewlis o Brendan Gleeson, que se adueñan de sus papeles con facilidad con una presencia muy pequeña en pantalla, hay que añadir esta vez a la odiosa Imelda Staunton (perfecta como Dolores Umbridge) y a ese genio llamado Gary Oldman. ¡Vaya crack! También hay destacar la labor del compositor casi debutante (había trabajado con Yates en televisión) Nicholas Hooper. Si en el Cáliz de Fuego se había echado mucho de menos la marcha John Williams, con una sólo aceptable labor de Patrick Doyle, esta vez Hooper consigue que (casi) no echemos en falta al maestro con una partitura preciosa.

Harry Potter y la Orden del Fénix es mucho menos espectacular que Harry Potter y el Cáliz de Fuego pero es la mejor película de la serie después de aquella pequeña joya llamada Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, donde Alfonso Cuarón, Rowling y el maestro Williams daban lo mejor de si mismos. La película de David Yates es sin duda el episodio de la saga que con más ganas te deja de seguir disfrutando las próximas aventuras de Harry y sus amigos. Y la buena noticia es que Yates será el encargado de traernos Harry Potter y el Misterio del Principe.

Por Rubén González